Fruta en plato
Estoy seguro de que muchos estaremos de acuerdo en que la fruta crujiente, idealmente del árbol, fresca y jugosa, es probablemente la forma más natural e ideal de comer fruta. La fruta debería estar en nuestro plato todos los días, concretamente la Organización Mundial de la Salud recomienda que consumamos hasta 400 gramos de fruta y verdura al día. Muchos de nosotros no tenemos ningún problema con esto, sobre todo en los meses de verano, cuando la fruta y la verdura frescas están muy a mano. Pero, ¿qué hacer en esos meses de invierno en los que carecemos de ellas?
¿Procesado alternativo de la fruta?
Se buscan constantemente alternativas al procesado de frutas y hortalizas para garantizar la conservación óptima de todo su valor nutritivo, prolongar su vida útil y asegurar así su consumo durante todo el año con unas necesidades mínimas de espacio. Parecen muchas exigencias, pero hemos encontrado una forma de conservar la fruta y la verdura y cumplir nuestros estrictos criterios. Es la liofilización.
¿Qué es la liofilización? ¿Qué beneficios nos aportan las frutas y hortalizas liofilizadas?
Esta palabra se refiere al método de evaporar (eliminar) el agua de los productos congelados. Este método tecnológico se utiliza habitualmente en la ciencia, por ejemplo en microbiología, pero también en la industria alimentaria para congelar, por ejemplo, frutas y verduras. Imagínese esto en la práctica. Usted tiene frambuesas frescas, que se congelan lentamente a una temperatura de - 100 grados centígrados. Una vez alcanzada esta temperatura, se reduce la presión atmosférica (todo tiene lugar en un espacio cerrado) y se aumenta la temperatura. Este proceso hace que la fruta quede muy crujiente (sin agua), pero conserva hasta el 90% de sus nutrientes en comparación con la fruta fresca. Este proceso de liofilización es muy exigente y, por tanto, probablemente no sea realista en la mayoría de los hogares. Además, el proceso dura entre 12 y 35 horas, según el tipo de fruta o verdura. La fruta liofilizada ha perdido hasta el 95% de su agua en el proceso de liofilización, por eso es tan crujiente y debe conservarse seca. Si la fruta se conservara a temperatura ambiente, absorbería humedad, perdería su textura crujiente, perdería valor nutritivo y además podría suponer un riesgo higiénico. Así que hablemos de cómo conservar la fruta liofilizada.
Principios de conservación de la fruta liofilizada
La regla básica es que la fruta liofilizada es seca y, por tanto, debe permanecer seca. Hay que guardarla en recipientes herméticos (por ejemplo, cerrados herméticamente) donde podamos evitar la humedad. Al estar seca, la fruta absorbería la humedad muy rápidamente. Si no dispone de este tipo de recipientes, guárdela en recipientes con cierre hermético y asegúrese de que estén bien cerrados y no entre aire. Lo mejor es exprimir el aire de dicho recipiente.
Otra regla de oro es que, aunque la fruta liofilizada tiene un aspecto fantástico como decoración, debe guardarse en un lugar oscuro. La luz tiene el efecto de aumentar la oxidación de los nutrientes que contiene esta fruta. Queremos evitar la oxidación de los nutrientes porque los perderíamos en el proceso de almacenamiento. Debemos proteger la fruta y mantenerla alejada de la luz durante el almacenamiento para poder disfrutar de su máximo valor nutritivo. Conservar a temperatura ambiente.
Tenga en cuenta estos principios de conservación y podrá disfrutar de fruta o verdura liofilizada hasta 20 años. Se trata de un tiempo realmente largo precisamente por la eliminación casi completa del agua. En la práctica, sin embargo, la vida útil se reduce debido a la apertura repetida de los envases y a la absorción de humedad, lo que podría provocar riesgos higiénicos. Por ello, recomendamos almacenar en recipientes más pequeños y evitar abrirlos y cerrarlos varias veces.
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